Yo soy ese beso que no has dado, esa caricia que aún no cometes y ese adiós que nunca dirás.

viernes, 4 de marzo de 2011

#4

Otro día más, corriendo de un lado a otro, contestando al teléfono, de reunión en reunión.
Estaba deseando que se acabara ya el día, o por lo menos la mañana. 
Miró el reloj. Las 13:40. Ya quedaba poco. Sonó el teléfono, la secretaria le dijo que un miembro del bufete quería verlo. Suspiró y lo hizo pasar. 
Con lo liado que estaba, ¿qué querría contarle ese pesado ahora?


Se abrió la puerta y entró su socio, seguido por una joven. "La nueva becaria. Estoy enseñándole el edificio. Se ha incorporado hoy a la plantilla". 
Ella, tímida, esperaba en la puerta. Él la invitó a pasar, se acercó a ella y le dio dos besos. No acostumbraba a hacerlo, pero con ella no lo había podido evitar. 
Le ofreció asiento, y la escuchó hablar sobre su trabajo allí. 
Tenía una sonrisa preciosa y unos ojos color verde azulado, que te invitaban a perderse en ellos. 

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